En octubre de 2014 se lanza en Francia un proyecto que puede cambiar la historia de la investigación ufológica, al dar un paso adelante hacia las "ciencias 2.0".
En el marco de los Rencontres des Sciences et de l'Inexpliqué (Encuentros de las ciencias y de lo inexplicado) que habitualmente organiza Daniel Robin en la ciudad de Lyon, se presenta el proyecto OSPAN (Observaciones y Estadísticas de los Fenómenos Aeroespaciales No identificados).
Se ha definido a este proyecto como "revolucionario y único en el mundo" ya que se basa en el desarrollo de una aplicación para teléfonos celulares, tablets y notebooks que permitirá al testigo de un avistamiento informar de inmediato su observación a una red mundial de investigadores, los que podrán analizar su caso y compartir opiniones, todo lo cual pasará a integrar una base de datos especializada, que promete ofrecer en poco tiempo una enorme cantidad de información ufológica nunca antes reunida. El diseño y desarrollo de OSPAN fue concebido por el experto en informática Cyril Casula y se integraron a su equipo Daniel Robin, Philippe Solal y Nagib Kary.
La propuesta es cautivante, cualquier persona podrá testimoniar en el mismo momento de su observación, así como adjuntar fotos o videos, desde su teléfono celular. El contenido de su informe será estandarizado y enriquecido mediante una clasificación diseñada para obtener constantes estadísticas, estructuras o tendencias. A su vez, el testigo puede ir siguiendo el proceso de investigación y participando del mismo. OSPAN busca ser un proyecto federal, en la medida que ofrece una herramienta universal para todos los investigadores, independientemente de las interpretaciones que cada uno pueda tener acerca del fenómeno ovni.
A partir del simple hecho de descargar la aplicación en un celular se pasa a integrar la "comunidad OSPAN" y a participar horizontalmente en las investigaciones en curso, lo que marca una ruptura con el vicioso esquema de investigación compartimentada, cerrada y autorreferente que afecta a muchos grupos ufológicos en la actualidad. Ese cambio de mentalidad es la clave de la verdadera revolución que OSPAN propone al estudio de los ovnis.
Desde la coordinación del Café Ufológico RIO54 agradecemos especialmente y nos sentimos honrados de que se nos haya consultado para traducir los menúes informáticos al español, ya que el sistema se presentará en francés, inglés y español. Sea ese nuestro primer granito de arena para colaborar con este prometedor proyecto. Publicamos a continuación el artículo El proyecto OSPAN "Ciencia 2.0", escrito por Daniel Robin y Philippe Solal, que amplía detalles sobre lo que puede ser la ufología en los años que vienen.
Rubén Morales
El proyecto OSPAN "Ciencia 2.0"
Luego de examinar las tendencias de la ciencia más vanguardista, nos pareció apropiado establecer una relación entre lo que se ha convenido en llamar "ciencia 2.0" y el proyecto OSPAN.
Pero primero, ¿qué es una "ciencia 2 punto cero"? Esta expresión abarca, al menos, cuatro aspectos principales:
1) la promoción de una "ciencia abierta" (una open science) caracterizada por el acceso libre para todos los internautas de todas las publicaciones científicas aportadas por otros pares (de acuerdo con el principio de libre acceso).
2) el establecimiento de una "e-ciencia" caracterizada por compartir on line los datos de investigación.
3) la instauración de una "ciencia colaborativa" (o ciudadana) que incluye investigadores no profesionales en los proyectos de investigación.
4) la aparición, por fin, de una "ciencia 2.0", que reagrupa a las redes sociales y los blogs donde se expresan mayormente los investigadores, lo que comprende presentar y debatir sus hipótesis y métodos.
Es claro, para nosotros, que estos cuatro pilares que definen la "ciencia 2.0" están en perfecta armonía con los fundamentos del proyecto OSPAN.
De hecho, OSPAN establece que cualquier persona que haya descargado la aplicación tendrá acceso libre a los datos y resultados científicos del proyecto a través de una simple consulta on line. El hecho de testimoniar un avistamiento de ovni utilizando la aplicación descargada en un teléfono móvil o en una PC logra, de facto, que el testigo se transforme en un actor esencial (el testigo representa el "núcleo" indispensable para nuestras investigaciones) de esta "ciencia colaborativa" o ciudadana que reúne a los investigadores no profesionales. Este testigo pasa a formar parte de la "comunidad OSPAN", que abarca a todos los testigos y las partes interesadas del proyecto. Por último, en tanto actor del programa científico OSPAN, el testigo puede dar su opinión y hacer comentarios personales a través de las redes sociales y los blogs.
Salta a la vista que la existencia misma de estas nuevas prácticas científicas representan una revolución en comparación con las prácticas convencionales de la "ciencia 1.0", que se podrían describir de la siguiente manera: el hábito de publicar artículos en revistas pagas, datos de investigación protegidos o secretos, exclusión de los no-pares en los proyectos de investigación y confinamiento del discurso científico en lugares o medios institucionales muy específicos (en revistas o libros especializados).
En este aspecto, el proyecto OSPAN es innovador, ya que busca abrir la investigación ufológica a un público tan amplio como sea posible, con la ambición de salir del "ghetto" en el cual está encerrada (en las librerías, por ejemplo, los libros sobre ovnis están en el estante de "esoterismo"). OSPAN desea darle una cierta legitimidad a la ufología y arrancarle la etiqueta de disciplina "sulfurosa". Al informar al público acerca de los problemas reales de la investigación ufológica, OSPAN pretende democratizar la ufología actuando desde la transparencia y la participación. OSPAN espera así liberar a la ufología de los clichés que habitualmente se le asocian, y hacer de ella un campo de investigación científica por propio derecho.
Cada uno de los cuatro aspectos recién mencionados (ciencia abierta, ciencia en línea, ciencia colaborativa y "ciencia 2.0") representan cuestionamientos y problemáticas distintas, aunque estos temas son conexos y se basan en el principio de la apertura.
Así, la idea de una ciencia abierta (libre acceso a los datos y resultados científicos) y aquella de una ciencia colaborativa, llevan al debate la cuestión de la relación entre ciencia y sociedad, y más concretamente entre la ciencia y la democracia, tema recurrente en una época, la nuestra, donde muchos estigmatizan un clima de desconfianza entre los ciudadanos y los ciudadanos-investigadores.
El profesor Ben Shneiderman, especialista en informática, declaró que "la ciencia 2.0" va a modificar incluso el método científico y sus patrones de pensamiento, gracias a la potencia que constituye la publicación en red de los datos, una investigación verdaderamente en colaboración que utiliza precisamente herramientas informáticas "colaborativas". Es hora, dice Ben Shneiderman, de abandonar la investigación compartimentada, confinada en el secreto de los laboratorios, práctica que ha caracterizado a la ciencia desde hace 400 años, para dar paso a una nueva y revolucionaria forma de hacer ciencia, donde las ideas y las respuestas halladas en la investigación serán compartidas en común, así también los datos, dentro de un diálogo vasto y continuo entre los ciudadanos de un mundo nuevo, el de la cyberciencia.
Por otra parte, vemos que hemos entrado en la era de los "big data" (los "grandes datos", megadatos o masadatos), es decir, la era de los conjuntos de datos en tal medida gigantescos que necesitan nuevas herramientas técnicas y científicas para comprenderlos y extraerles un sentido. Nos encontramos ante una verdadera avalancha de información que a futuro seremos capaces de recopilar y procesar.
Hemos entrado en la era de los petabytes (un petabyte equivale a 10 bytes a la potencia 15) en una edad en que cantidades considerables de informaciones se almacenan en las "clouds", las nubes informáticas. El "gigantismo" de la información procesada requiere un abordaje totalmente diferente, que nos obliga a concebir los datos como alguna cosa que no puede visualizarse en su totalidad. Esto nos lleva a ver los datos matemáticos en principio, y luego establecer su contexto.
Según el investigador Chris Anderson, el análisis matemático aplicado a las enormes cantidades de datos que van a provenir de nuestros sensores, de las herramientas que registren todos nuestros comportamientos, de nuestras posibilidades infinitas de almacenamiento, de nuestras "nubes" informáticas, provocará la transformación de las ciencias, pues "habiendo datos suficientes, las cifras hablarán por sí mismas", escribió Anderson en la revista Wired.
Mientras que el método científico clásico ("la ciencia 1.0") se construye alrededor de hipótesis que son probadas en laboratorio, de modelos y de experimentos que confirman o refutan las hipótesis teóricas iniciales, ahora cada vez con mayor intensidad avanzaremos hacia un escenario de "datos sin modelos" (datos brutos, en cierta manera), que no podrán ser tratados como "ruido". La audaz tesis de Chris Anderson consiste en afirmar que el acceso a datos masivos, en la era del petabyte, nos permitirá decir: "la correlación es suficiente." A partir de ahora podemos analizar los datos sin hacer hipótesis acerca de lo que van a producir. Podemos "tirar" los números en la mayor red de ordenadores que el mundo haya visto jamás y dejar que los algoritmos encuentren los modelos que la ciencia no lograba encontrar. En apoyo de su análisis, Anderson señala el ejemplo de la secuenciación de genes realizada por Craig Venter, que pasó del organismo humano a la secuenciación de la vida en el océano y la secuenciación de la vida en el aire. Un método que le ha permitido encontrar cientos de nuevas especies, de nuevas bacterias sobre las que Venter no sabe nada: Solo tiene una "alerta estadística", una secuencia, y ya que ella no es como las otras secuencias de ADN que tiene en su base de datos, deben representar a una nueva especie.
Muchos campos científicos (la astronomía, la física o la geología por ejemplo) ya están utilizando estos flujos de datos extremadamente vastos, sobre los cuales sólo los ordenadores pueden descubrir tendencias que son invisibles a la escala del ojo humano.
El proyecto OSPAN se inscribe naturalmente en esta nueva era de "big data" debido a la enorme cantidad de información disponible en la actualidad sobre el fenómeno ovni.
Incluso antes de crear la aplicación para teléfonos móviles del proyecto OSPAN, había ya muchas bases de datos (BDD) y catálogos muy detallados de avistamientos de ovnis en todo el mundo. Si pudiéramos reunir todos los datos recogidos en esas BDD y esos catálogos, veríamos inmediatamente que hemos creado un "big data" y hemos formado una "cloud" o nube informática, en la cual la masa total de datos podría fácilmente situarse entre el terabyte (TO), o mil gigabytes y petabytes (PO), o mil terabytes. A modo de ejemplo, advertimos que el volumen diario de contenidos cargados en Facebook se acerca 100 terabytes y una base de datos sobre clientes de una gran cadena de supermercados estadounidense puede almacenar hasta 460 terabytes de datos. Con el lanzamiento de la aplicación para teléfonos móviles del proyecto OSPAN, rápidamente podríamos ser testigos de una explosión en la cantidad de datos recibidos sobre el fenómeno ovni. Un artículo publicado en 2012 en el sitio web del diario "Le Monde", estimaba que casi el 75% de las personas en todo el mundo tiene un teléfono móvil. "A nivel mundial, el número de abonados a la telefonía celular aumentó de menos de mil millones en 2000 a más de 6 mil millones en la actualidad (2012), de los cuales casi 5 mil millones en los países en desarrollo", ha precisado el Banco Mundial en un informe publicado en julio del mismo año. Estas cifras vertiginosas muestran que en este contexto, la aplicación OSPAN podría rápidamente convertirse en la principal fuente de información sobre avistamientos de ovnis. Es cierto que todos los usuarios de teléfonos móviles no dispondrán de la aplicación OSPAN, pero si sólo uno de cada mil la utilizara, con solamente eso tendríamos la más grande BDD jamás reunida sobre el fenómeno ovni. Y gracias a esta gigantesca base de datos, podríamos tener nuevos conocimientos sobre el fenómeno ovni, conocimientos que eran inaccesibles hasta el presente.
Daniel Robin y Philippe Solal
Más información en:
http://www.lesconfins.com/rsi.htmhttp://ovnis-direct.com/ospan-le-nouveau-projet-revolutionnaire-unique-au-monde.html
Video de presentación del proyecto OSPAN:
https://www.youtube.com/watch?